Península de Beara
La península de Beara encanta con sus paisajes vírgenes, la naturaleza selvaje y los magníficos colores de libro de cuentos: es un lugar de encantadora belleza.
La península de Beara es un lugar de belleza infinita. Poco conocida en los circuitos turísticos y no visitada por la gran mayoría de los turistas que apuntan directamente hacia Cork, Beara encanta con sus paisajes vírgenes, la naturaleza no domesticada y los colores de libro de cuentos de hadas.
Conducir por las calles solitarias, abandonadas, solo en compañía de la naturaleza, del verde y del mar es una sensación que os traeréis de vuelta como un recuerdo duradero. Aquí encontraréis uno de los más bellos y auténticos rincones del suroeste de Irlanda, donde todavía es posible pararse en un pequeño pub y encontrar a los ancianos dispuestos a contar su día, o sentarse en una roca con vistas al mar sin casas a distancia de kilómetros.
La mejor manera de descubrir este rincón de pura poesía es tomar el Ring of Beara de Kenmare. La buena señalización os ayudará a seguir el circuito a lo largo de la costa y os hará descubrir paisajes impresionantes. En el camino se puede disfrutar de lagos, bosques, pequeñas bahías de un azul profundo, coloridos pueblos y rebaños de ovejas que cortan el camino y obligan a detener el coche.
Qué descubrir a lo largo del Ring
- Inchaquin Lake: este pequeño valle luminoso es un lugar ideal para un descanso, relajarse y tal vez hacer un picnic.
- Lauragh: desde la carretera principal podéis alcanzar, con un pequeño desvío hacia el valle Gleninchaquin, el Uragh Stone Circle, un círculo de piedras prehistóricas en un lugar verdaderamente mágico, en una pequeña altura rodeada de colinas glaciares y de los dos lagos Inchaquin y Uragh.
- Uragh Wood: es uno de los pocos ejemplos que quedan en Irlanda de antiguos bosques de robles, una vez presentes en la isla.
- Gleninchaquin Park: es una hermosa zona ideal para caminar con algunos recorridos fáciles y bien marcados. El camino más trillado es circular, dura aproximadamente 2 horas y conduce a la parte superior de una hermosa cascada con una vista impresionante sobre el valle. O si no podéis optar por el paseo por el río y el jardín acuático que dura 30 minutos o el que lleva a una hermosa granja (1 hora), pero son transitables otros senderos más desafiantes, para aquellos que tienen una buena preparación, de 4 a 7 horas que llevan a otros lagos de la zona.
www.gleninchaquin.com - Otro desvío interesante son los Derreen Gardes, que os encantarán con sus plantas exóticas y los muchos caminos que llevan hasta el mar de 30 minutos a 3 horas.
- De Lauragh también parte el desvío para escalar la increíble Healy Pass, que ofrece una magnífica vista del valle y el Lago Glanmore: pero continuando por este camino maravilloso, cortaréis por el centro la península “perdiendo” una parte hermosa del ring of Beara.
- Continuando por el ring se llega a Eyeries: si alguna vez en la vida os habéis imaginado el típico pueblo de Irlanda con vistas a una carretera, con las casas cada una de un color diferente y la atmósfera del pasado en que sólo faltan hadas y duendes, este es el lugar para vosotros. La belleza colorida de este pueblo de pocos habitantes es única: sólo en vuestra imaginación habréis podido encontrar un lugar como este, acogedor y tranquilo, pero tan rico en colores que deja sin aliento. Es sin duda uno de los rincones que más nos gusta en esta zona.
- Al llegar a Allihies admiraréis un panorama inolvidable entre playas y montañas: muy pocos turistas vienen aquí y éste es precisamente el encanto único de la península de Beara. El pueblo cuenta con un hostal colorido y un pub para comer pescado fresco y escuchar buena música tradicional por la noche: es tan particular que está siempre presente en las postales que recogen las más bellas fachadas de los pubs irlandeses.
Consejos
- Antes de continuar el ring haced un pequeño desvío hacia Garnish: es una pequeña playa invisible desde la carretera, rodeada de zonas verdes que conducen hacia el mar y vacas que pastan, donde a menudo en verano hay familias locales tomando el sol. Es un pequeño lugar realmente encantador, ideal para una parada y un picnic.
- Dursey Island: este es el punto más occidental de la península y siempre hay viento fuerte. Para llegar hasta aquí, recorreréis un camino hermoso, uno de los más fascinantes del suroeste. Sin turistas alredor, admiraréis los exuberantes prados verdes con geometrías inusuales bajando empinados hacia el mar, encontraréis pastores no muy habladores con sus ovejas y hermosas granjas. Un paisaje bucólico de postal!
- Para llegar a la isla hay que utilizar un cable car, único en Irlanda (funciona sólo en los meses de verano y no siempre) es la única manera de llegar a la isla porque las corrientes a través del estrecho son demasiado peligrosas para permitir la navegación. En el telesférico a menudo viajan también ovejas y vacas! Llegados a la isla se puede disfrutar de diversas actividades como la observación de aves y delfines, o dar paseos preciosos para alcanzar por ejemplo la Signal Tower, una torre de vigilancia en caso de invasión de 200 años de antiguedad, en el extremo oeste que ofrece una impresionante vista tanto del norte para ver las islas Skelligs, como del sur hasta Mizen Head.
- Continuando se llega a Castletownbere, un precioso pueblo de pescadores desde el cual se puede navegar a la Isla de Bere. No os perdáis la subasta de pescado en la Fisherman’s Association.