Malahide es un pintoresco pueblo costero de la zona de Fingal (en el condado de Dublín Norte) que ha mantenido la atmósfera de pueblo que solía ser, pacífico e invariable, a pesar del desarrollo económico: las omnipresentes puertas de colores, los techos inclinados, las grandes cestas de flores que cuelgan de los letreros de las tiendas, las calles cuesta arriba pero sobre todo el ambiente tranquilo y sereno que se percibe en la calma de la gente.
Y al igual que todos los verdaderos pueblos irlandeses, tiene muchos pubs con música en vivo, las pequeñas tiendas pintorescas que son un placer para los ojos y muchos restaurantes multiétnicos, turcos, griegos, italianos que hacen de Malahide la capital de los gourmets en la costa este.
Y paseando por las calles estrechas se llega directamente al puerto, una zona muy animada gracias a la vocación marítima de la ciudad: merece un paseo a lo largo de los muchos barcos amarrados, entre el viento que despeina el pelo y el rugido del mar.
Pero lo que hace este pueblo sea tan famoso es sin duda su castillo, el Malahide Castle! Se dice que es uno de los castillos más antiguos de Irlanda: construido en el siglo XII, se convirtió en la residencia de la familia Talbot hasta 1976 y aún posee un rico y prestigioso mobiliario del siglo XVI y una importante colección de retratos. De acuerdo con una antigua leyenda 14 primos Talbot desayunaron en el castillo antes de participar en la batalla del Boyne en 1690, para no volver jamás. Muchos retratos familiares aún están colgados en el Great hall medieval.
Malahide Castle, situado en 250 acres de tierra del parque en la bonita localidad costera de Malahide, fue a la vez fortaleza y residencia privada durante casi ochocientos años, y es una interesante mezcla de estilos arquitectónicos. Si quieréis escaparos de la confusión de la capital y dedicar una tarde al relax y a la naturaleza, las 100 hectáreas de su parque no os defraudarán, así como la visión impresionante que os ofrecerá la entrada. Desde hace unos años también se convirtió en un lugar privilegiado para conciertos espectaculares como el de Radiohead!
Pero el castillo también es adecuado para otras iniciativas como el Ghost Tour: se dice que aquí viven 5 fantasmas, que podrán haceros el honor de saludaros! O, para los más exigentes, la oportunidad de cenar en las suntuosas salas del castillo con un rico banquete acompañado de un espectáculo con música tradicional. En cualquier caso, os recomendamos no abandonar el castillo sin antes haber probado los Scones que se pueden degustar en el interior!
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