Se trata de uno de los lugares más fotografiados de Dublín.
El famoso puente peatonal en arco se remonta al 1816, construido para unir las dos orillas del Liffey.
Su construcción fue pedida en voz alta por el pueblo, cansado del mal estado de los transbordadores que transportaban las personas y las mercancías al otro lado del río.
Debe su curioso nombre al peaje de medio penique, esencial para poder cruzar el puente y llegar a la otra orilla del Liffey.
La estructura del puente está hecha completamente de hierro fundido y debe ser periódicamente objeto de restauración: el último fue en 2003, cuando el puente volvió a su color original, el blanco.
Hay otra pasarela peatonal el Millennium Bridge, construido en el año 2000, hasta entonces el Ha’Penny Bridge era el único acceso para los peatones en el Liffey.
Consejos para fotografiarlo
El mejor momento para capturar este rincón de la vieja Dublín es al atardecer y al amanecer, cuando se vacía de las hordas de turistas y se puede admirar en su luz más sugestiva.