La costa de Antrim está profundamente conectada con la historia y las tradiciones de Escocia. Ejemplo perfecto de este entrelazamiento histórico y cultural es el Dunluce Castle, que data del siglo XIII, fortaleza principal de la familia MacDonnell, que eran los líderes del Condado de Antrim.
Para aquellos que ya han visitado Escocia, llegando desde Portrush, detrás de una curva, os encontraréis con un deja vu: como por arte de magia os parecerá haber aterrizado en la costa escocesa. De hecho, este espectacular castillo recuerda mucho a los poderosos castillos de la tierra escocesa. El Dunluce Castle se agarra con fuerza a un trozo de roca, con vistas al mar oscuro y tormentoso que al primer rayo de sol se enciende con colores cristalinos, respaldado por praderas de un verde deslumbrante.
La belleza de este castillo en ruinas es indiscutible: la construcción articulada parece desafiar la lógica y la gravedad, colgando con desesperación de las rocas quebradizas y erosionadas por el viento y por la fuerza destructiva del mar que a lo largo de los siglos ha quitado una porción entera del castillo, las cocinas, obligando a mover la Manor House a un lugar más céntrico.
Cruzar el puente que lleva al castillo será como retroceder en el tiempo, como escuchar las voces de los sirvientes y el olor de la leña en las enormes chimeneas. Las habitaciones ahora sin techo están a merced de los elementos, pero conservan un encanto único.
Consejos
- En los días de viento y lluvia hay que tener mucho cuidado cuando os acerquéis a las ventanas (que están sin protección) y a los pasajes peligrosamente resbaladizos por el agua, especialmente si viajáis con niños.
- Durante la visita no os olvidéis de echar un vistazo al lugar por donde se baja al antiguo túnel justo debajo de la torre al oreste. Desde aquí salía un pasadizo secreto que conducía a la playa, construido para ocultar los buques y los barcos que salían hacia la Rathlin Island y Escocia.
- Pasando desde el exterior se puede bajar por una escalera empinada a la pequeña playa de abajo: una vez desde aquí se entraba a una cueva que hoy en día está prohibida a los turistas por el riesgo de deslizamientos de tierra. No es difícil imaginar historias de piratas y contrabandistas.
- Para admirar plenamente su encanto en verano es recomendable visitarla a primera hora de la mañana, todavía inmersa en la niebla y sin muchos turistas.